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¿Por qué tantos mexicanos sufren insomnio? Causas, consecuencias y tratamientos efectivos
El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes y, al mismo tiempo, uno de los más ignorados en México. Este padecimiento, caracterizado por la dificultad para conciliar o mantener el sueño, afecta significativamente la calidad de vida de millones de personas. Aunque se asocia comúnmente con el estrés o los malos hábitos de sueño, su complejidad va mucho más allá de una simple noche en vela.
Una alta prevalencia en la población mexicana
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut MC 2016), cerca del 18.8 % de los adultos mayores de 20 años padecen insomnio, siendo las mujeres quienes lo experimentan con mayor frecuencia (Guerrero-Zúñiga et al., 2018). Además, se estima que hasta el 45 % de la población adulta presenta síntomas relacionados con trastornos del sueño, como insomnio, ronquidos o pausas respiratorias nocturnas (Blanco et al., 2004). Estas cifras reflejan una problemática de salud pública que impacta no solo el bienestar personal, sino también el rendimiento laboral, las relaciones sociales y la salud física y mental.
Factores que provocan el insomnio
Las causas del insomnio son multifactoriales. Entre las más frecuentes se encuentran:
Consecuencias del insomnio para la salud
El insomnio no solo implica cansancio durante el día. Sus efectos pueden ser severos y prolongados, incluyendo:
Además, el insomnio persistente puede derivar en un círculo vicioso: la falta de sueño aumenta el estrés, y el estrés a su vez impide dormir adecuadamente.
Tratamientos efectivos
Una de las estrategias más eficaces en México para tratar el insomnio es la Terapia Cognitivo-Conductual para el Insomnio. Esta terapia ayuda al paciente a identificar y modificar pensamientos y conductas que interfieren con el sueño (Martínez-Torres et al., 2022).
Otras medidas útiles incluyen:
¡Identifica los síntomas a tiempo!
Es fundamental que el insomnio reciba mayor visibilidad en la población mexicana. La identificación temprana de los síntomas, la educación sobre los buenos hábitos de sueño y el acceso a tratamientos efectivos deben formar parte de una estrategia integral para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Con una intervención oportuna, es posible prevenir muchas de las consecuencias negativas asociadas a este trastorno silencioso pero debilitante.
Referencias
Blanco, M. et al. (2004). Encuesta sobre dificultades del sueño en una población urbana latinoamericana. Revista de Neurología, 39(2), 115119.
GuerreroZúñiga, S., GaonaPineda, E. B., CuevasNasu, L., TorreBouscoulet, L., ReyesZúñiga, M., ShamahLevy, T., & PérezPadilla, R. (2018). Prevalencia de síntomas de sueño y riesgo de apnea obstructiva del sueño en México. Salud Pública de México, 60(3), 347355. https://doi.org/10.21149/9280
Martínez-Torres, A., Tovar-Silva, A., & López-Benítez, A. (2022). Eficacia del tratamiento conductual breve en insomnio crónico: reporte de caso. ResearchGate. https://www.researchgate.net/publication/362937684